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Por Victoria Roldan 02 feb, 2021
Una ayuda, que a mi me ha servido muchísimo, es entender cómo funciona nuestro cerebro en momentos de estrés. Voy hacer un resumen de cómo podría explicarse lo que nos pasa cuando vivimos situaciones que superan nuestras posibilidades de acción o que en ese momento no podemos o no sabemos gestionar y nos supera, dando lugar a sentimientos desagradables e incomodos que también podríamos etiquetar como estrés. ¿Qué nos pasa? ¿Cómo reaccionamos ante una situación que nos supera? Podríamos hacer una representación del cerebro a través de la mano y si pudiéramos diferenciar el cerebro en pisos, en altura, serian tres. Tenemos por un lado el hemisferio derecho y el hemisferio izquierdo y por otra parte estos tres niveles o sistemas que representarían los tres cerebros. Imaginándonos que la mano representa el cerebro, el brazo y la parte inferior de ésta seria el cerebro reptiliano (el primer cerebro y más primitivo) el que compartimos con todos los animales y está conectado con la medula espinal y todo el sistema nervioso que representaría el brazo. Este cerebro es el encargado de poner en marcha el cuerpo de un modo no decidido, automático. El siguiente cerebro, que estaría en el segundo nivel, segundo piso y que se representa con la mitad de la mano y que abarcaría el dedo gordo seria el cerebro límbico , que se encarga de la supervivencia al igual que el reptiliano, pero el límbico se encarga de la supervivencia a nivel externo, es decir, va a estar todo el tiempo pendiente del entorno, examinando, escaneando el ambiente y decidiendo si la situación, el contexto en el que estoy es seguro o de riesgo. Su única necesidad es la supervivencia, no le importa el resto de necesidades. Todo lo que interpreta el cerebro límbico como peligroso va hacer activar un sistema de alarma interno y va a mandar un mensaje al cerebro reptiliano diciéndole " Atención, estamos en peligro", va a poner al reptiliano en sistema de alarma para que se prepare para la supervivencia. Hay varias opciones o respuestas que activa el sistema de alarma; la primera opción/respuesta seria la de ataque, la segunda huida y la tercera la congelación o paralización (ésta ultima seria cuando una situación sobrepasa el nivel de estrés, podría definirse como un estado de shock, de disociación). En el tercer piso nos encontraríamos con el neocórtex , se representaría con los 4 dedos y abrazan al dedo gordo (cerebro límbico) y conecta con el reptiliano, formando así el cerebro al completo. Las uñas representarían la conexión, sería la encargada de tomar decisiones siempre y cuando este abrazando al dedo gordo ( eso significa que el cerebro está funcionando con integridad, hay conexión entre los tres). El neocórtex es el encargado de comprender; comprender a una y al otro (primero es necesario comprenderme a mi misma para comprender, conocer y entender a la otra persona) y también se encarga de comprender los valores sociales, respondiendo en función de estos. Es la mente pensante, la mente racional, la que comprende. Donde reside el lenguaje, la capacidad de expresar, la empatía, el orden, la memoria explicita, entre otras capacidades. Es el sistema de nuestro organismo que más energía consume. Nacemos sin neocórtex o con muy poquito y se va desarrollando durante las dos primeras décadas de nuestra vida, tarda mucho tiempo y este dato seria importante que lo tuviésemos en cuenta, que tomáramos conciencia a la hora de entender y comprender a los más pequeños e incluso a los adolescentes y jóvenes, donde su neocórtex aun no está completamente formado y hay cosas que aún no pueden comprender. No tienen la capacidad, no la tienen desarrollada. Los seres humanos seguimos respondiendo a lo que consideramos peligro de la misma forma que cuando vivíamos en entornos naturales. Todavía no nos hemos adaptado a los riesgos de hoy y ¿por qué? por la rapidez de la evolución y que al día de hoy, a nuestro sistema, nuestro organismo, a nuestro cerebro no le ha dado tiempo a adaptarse, va más lento, necesita más tiempo. Estos riesgos de hoy serian por ejemplo; no llegar a tiempo a una entrevista, no poder contestar un email, perder un avión o no responder a un cliente (entre muchos otros). Esta no adaptación a los riesgos de hoy nos hace que respondamos como si viniera un depredador, con huida o ataque. La respuesta es en base a lo condicionado en nuestro sistema límbico y reptiliano de las situaciones peligrosas de antes. Y esto seria un punto a tener en cuenta, para tomar conciencia en que nuestra respuesta o peligro lo vemos a través de esa óptica y que esta es nuestra manera de responder ante los riesgos de ahora, el peligro actual, dando lugar a los momentos de estrés. ¿Y qué pasa en los momentos de estrés? ¿ Qué ocurre cuando hay una diferencia entre lo que me pasa y lo que puedo gestionar en ese momento? Me desconecto del neocórtex, me quedo con los dos cerebros primitivos ( a nivel visual, lo podríamos representar con los dedos hacia arriba). Sólo puedo luchar o huir. No tengo acceso a comprenderme a mi misma, comprender al otro y comprender los valores sociales. Es en este momento cuando nos arrepentimos también de lo que hemos hecho o dicho a alguien, cuando no nos reconocemos, cuando no está la razón, la comprensión. Estamos desconectados, solo en modo de supervivencia. Va a salir lo que tenemos integrado en el cuerpo, la memoria implícita, las emociones y las experiencias de la infancia. Cada una de nosotras tiene un estilo de respuesta ante la supervivencia, que son más dominantes, como por ejemplo; uso más huida (me someto, no vale la pena el conflicto, evito) o uso más la lucha (querer llevar la razón, manipular al otro, reprocharle, pelearme) Y ¿ en dónde estoy? mano abierta, mano cerrada o también con los dedos a medio camino. El gesto de la mano nos puede ayudar para tomar conciencia de la integridad de los tres cerebros y en qué lugar me encuentro. Cuando tengo la mano abierta mejor me voy, me retiro, abro un espacio conmigo misma (escucho música, me voy a dar un paseo), conectando con el qué me pasa, dándome compasión y empatía. Con la mano abierta perdemos el vinculo, la conexión, tanto con nosotras como con la otra persona. Así que mejor retirarnos y volver al encuentro más adelante. Cuando estamos a mitad de camino, tomar también conciencia de que no estamos al 100% y buscar el autocuidado como un apoyo, una herramienta para así ofrecernos y poder ofrecer al otro. Siempre estamos interactuando, dando algo a la otra persona, cuidar este regalo, cuidándonos.
Por Victoria Roldan 18 ene, 2021
La psicología de la gestalt o teoría de la forma tiene su punto de partida en los psicólogos alemanes del siglo XX. Surge de las teorías visuales y auditivas en una época en que los sentimientos, las emociones y cualquier otro contenido que procediera del interior de la persona y que expresara su personalidad más profunda, no eran tomados en cuenta. Más adelante se une la percepción con las sensaciones, los sentimientos y las emociones, tomando al ser humano como una totalidad y unidad, donde cobra la misma importancia el cuerpo y la mente, ambos dejan de ser dos entes por separado y sin relación. La psicología de la gestalt ve la necesidad de retornar a la percepción sencilla, a la experiencia inmediata. Los individuos no percibimos sensaciones aisladas que posteriormente vamos integrando en totalidades, sino que más bien tenemos una sensación de totalidad. La percepción puede estar en función de la motivación y de las necesidades del momento, el concepto de la motivación entra en la percepción de la teoría de la gestalt, dando lugar a la psicoterapia gestáltica . Para la gestalt, el organismo es considerado como una unidad en una continua interrelación con el ambiente. La conducta patológica o "normal" depende de la capacidad que tiene el organismo para satisfacer sus necesidades sin oponerse de una forma radical y violenta a las demandas del mundo externo. La persona enferma cuando la sensación que experimenta produce en su organismo un estado de desorden que le impide realizar adecuadamente las posibilidades y capacidades propias de su naturaleza. La persona integrada es aquella que está en un proceso continuo y sin interrupciones, cuando las necesidades han sido satisfechas de forma adecuada y acorde con la persona, estas necesidades satisfechas son eliminadas y sustituidas por otras en un proceso continuo, que es como la vida se expresa y alcanza su sentido. Cuando este proceso ocurre de forma ininterrumpida, la persona no queda atascada o enganchada, y puede pasar a situaciones nuevas sin ir arrastrando asuntos pendientes que le restan energía a su vida y a su actividad, paralizándolo en situaciones conflictivas. Cuando la persona se queda atrapada en alguna situación, ya sea por represión, inhibición o cualquier otra circunstancia, y se interrumpe su proceso, aparecen desajustes y desordenes en su personalidad, ya que se detiene su proceso de crecimiento y maduración. Hay dos premisas que son las que caracterizan la forma de actuar de la psicoterapia gestáltica. La primera y fundamental es que no son los pedacitos y piezas que forman la teoría lo principal y más importante, sino es el modo en cómo son organizados. Lo mismo sucede con el análisis de las conductas: no trata de ver los porqués sino los cómo. Sólo cuando el individuo se da cuenta de lo que hace y de cómo lo hace está capacitado para cambiar su conducta. Los porqués tiene el gran peligro de quitarnos la responsabilidad de nuestras conductas y, por lo tanto, mantenernos más fijados a ellas. Lo que da lugar a una percepción organizada depende también del interés que la persona pone en la acción. La segunda premisa es la de la homeostasis que otros llaman adaptación. Cuando este proceso falla, el organismo entra en un estado de desequilibrio, y si ese desequilibrio perdura durante un tiempo excesivamente prolongado, enfermará. Se identifica el proceso homeostático con el proceso de autorregulación. Para mí, aquí, terminaría la introducción de la terapia gestalt. Seguiré profundizando en ella y en los mecanismos de esta terapia y en otro conceptos relacionadas con ella.
Por Victoria Roldán 28 dic, 2020
La comunicación no violenta es un proceso comunicativo y de mediación para mejorar las relaciones. Ayuda a las personas a intercambiar la información necesaria para resolver conflictos y diferencias de un modo pacifico. Fue desarrollada por Marshall B. Rosenberg en los años 60, desde un sincero y profundo deseo de aportar más compasión/comprensión a las relaciones humanas. Siendo consciente de los efectos negativos que generan el etiquetar y diagnosticar a las personas. En todas las culturas, el lenguaje sostiene ciertas maneras de ver, de pensar, de expresar y de escuchar. Comienzo haciendo referencia a la comunicación violenta, (la que hemos aprendido y que estamos habituados). Se trata de todo lo que tiene que ver con nuestro lenguaje actual y que hace referencia al juzgar, atacar (para mi y/o para el otro), quién tiene la culpa? si soy yo siento depresión y si eres tú experimento la rabia. Lo que esta bien? o lo que esta mal?, lo que es correcto o incorrecto. Es la comunicación que genera vergüenza, criticas, exigencias y todo esto contribuye a la violencia en las relaciones humanas. Se representa el lenguaje o mentalidad violenta y no violenta con metáforas. La primera la representaría el chacal y la segunda la jirafa. El lenguaje jirafa expresa y respalda una cultura que valora la honestidad, la compasión y las interacciones respetuosas. Durante miles de años, sin embargo, las personas han estado aprendiendo y utilizando un lenguaje que dificulta las relaciones cooperativas y respetuosas. Este lenguaje ha contribuido a generar un montón de dolor en el mundo, incluidos los conflictos que surgen a diario en las familias, aquí estaríamos hablando del lenguaje chacal: Una lengua que niega la elección, que niega la responsabilidad por nuestros actos y que se basa en juicios morales (piensa en términos de quien hace lo correcto, lo incorrecto, quién es bueno o quién es malo, lo normal o anormal). Rosenberg decía no más castigos, no más castigos en la familia, no más castigos con los criminales, eso hace sólo que generar más violencia. No más recompensas, pertenecen al mismo juego, a la misma violencia. No más culpa inducida, no más vergüenza. No más conceptos de deber y obligación. El lenguaje jirafa, cómo símbolo de la CNV. Comunicación compasiva y Lenguaje de vida, del corazón. Se representa con la jirafa ya que es el animal terrestre con el corazón más grande y su largo cuello le hace tener una percepción más amplia. Siendo conscientes siempre de las oportunidades de escoger. La comunicación no violenta (CNV) se representa en cuatro pasos OBSERVACIÓN frente a juicio “interpreto” valoro, evalúo. "observar sin evaluar es la forma más elevada de inteligencia humana" Krishnamurti. SENTIMIENTOS frente a falso sentimiento que éste seria cuando es reflexivo, cuando es la otra persona la que me lo “provoca”. Como me he sentido en ese momento, son los sentimientos. Las puertas de las necesidades, te dan pistas, te señalan qué tipo de necesidad está detrás. Sentimientos agradables y los sentimientos desagradables. NECESIDADES son universales y la comportamos con todos los seres humanos y en frente estarían las estrategias que serian la manera en qué cubrimos las necesidades, qué hacemos para satisfacerlas y es aquí donde entraría el conflicto y en dónde podemos actuar para resolverlo. Todas las necesidades son universales, cualquier ser humano del mundo tiene las misma necesidades, todos tenemos las mismas necesidades, venimos de la misma energía, lo que difiere enormemente es el tipo de ESTRATEGIA con la que hemos sido educados para encarar estas necesidades. Cada cultura nos educa en diferentes estrategias para satisfacer las necesidades pero las necesidades son las mismas. Y en el último paso, llegaríamos a la PETICION a mi misma o a las demás personas para cubrir mi necesidad. Han de ser concretas ( qué realmente quiero de la otra persona o de mí) y decirlo en positivo. Que la otra persona entienda, le llegue que es una petición y no una exigencia (te pueden decir que no o no te puede salir, y estar abiertas). Aquí entraría la EXPRESIÓN HONESTA, qué me está pasando, qué quiero. No que tengo o que debo. Rosenberg decía " cualquier evaluación de los demás que implica incorrección, es una trágica expresión de una necesidad no cubierta” Trágica por dos razones: primero porque disminuye la probabilidad de obtener lo que queremos incluso si no lo decimos y solo lo pensamos, que otra persona está haciendo algo equivocado. En segundo lugar , aumenta la probabilidad de violencia. Hay que tomar consciencia de las necesidades, tomemos consciencia de las necesidades, así evaluamos a través de la CNV, así emitimos los juicios a través de ésta, juicios al servicio de las necesidades, si lo que hace la gente satisface sus necesidades o no, no juzgamos moralmente. Sintiendo cuales son las necesidades que en este momento no están siendo satisfechas y que para mi son importantes ahora. Las necesidades son expresiones de la vida que hay en nosotros.
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Victoria Roldán - Doctoralia.es